Os pongo en antecedentes. Comienza la década de los 90 y yo, un chaval de 13 años, comienza a jugar a rol con un grupo de amigos, concretamente Runequest, al que siguieron Strombinger, Aquelarre, y con los años otros muchos, pero centrándome en los 3 o 4 primeros años en los que jugué, en mi grupo nunca apareció Dungeons & Dragons.
Con el tiempo perdí el contacto con aquella gente, al menos a nivel rolero (la mayoría lo dejaron), pero encontré al grupo con el que he jugado durante muchos años, y con el que más cómodo he estado siempre. Todos venían de D&D. Eso sí, son grandes jugadores que siempre se amoldaban a la partida, y Luis, lo mismo hacía una partida de D&D básico que nos enseñaba las maravillas de Over the Edge o Deprofundis, allí todo el mundo se adaptaba al juego, lo jugaban de una forma diferente dependiendo del espíritu y las reglas del mismo. Así, tipos que interpretan a oscuras un psicodrama de Deprofundis, exploran mazmorras con D&D básico por igual, cuando toca.
Yo era quizás la oveja negra, que sin ninguna nostalgia por D&D, cuando lo leí por primera vez, para mi ese tipo de juego había sido sustituido por otros (más tácticos y menos roleros) y siempre preferí un Warhammer Quest o Mrodheim, a una partida de D&D. Esto me llevo a perderme muchas partidas en la época de tercera edición.
Con ese rollo solo quiero decir que ni juego, ni nunca he jugado mucho a D&D. Que tampoco siento ningún tipo de nostalgia. Ni siquiera veo nada brillante en él. Para mi su mérito es todo lo que ha traído detrás, y estaría ciego si no tuviera claro, que es el león de los juegos de rol. El Rey.
Ojo, ser el primero en darte cuenta de determinadas cosas, o en inventar otras, me puede parecer brillante, pero dejando eso de lado, y viendo lo que es, el juego sin más, no veo nada brillante. No quiero decir que no lo sea, no sé si me explico.
Este artículo sin duda viene a colación de la nueva versión de D&D que se acaba de estrenar con su “Starter set” y sus reglas básicas en pdf. Creo que está en boca de todos, como siempre que el Rey nos recuerda “Eh, sigo aquí”.
Me voy a parar en analizar un momento los dos productos que hemos visto, pero, sobre todo, el efecto que estos han causado en la comunidad rolera, y en algunos detalles que no dejan de llamar mi atención.
Las reglas básicas
Wizards, en la tarde de ayer, puso a disposición de todos los jugadores un reglamento básico de 110 páginas en pdf, de forma totalmente gratuita. Esto, a alguno le parecerá muy normal, pero no lo es en absoluto. Que una empresa como Hasbro ponga el reglamento de D&D básico es una magnífica apuesta de mercadotecnia, para dar a conocer un producto con el que están convencidos que agradarán a su base de jugadores más fieles, los que les han seguido desde el principio, y los que pasaron de segunda a tercera, aceptando los cambios, y creo están convencidos incluso de que agradarán a los que reniegan de la cuarta edición, y también a los que abrazaron esa cuarta “maldita” (que va camino de ser de culto).
Si les va a gustar, enséñaselo, que lo vean, que se hagan personajes, que lo impriman, que lo disfruten. Gratis, claro que sí. D&D ha conseguido vender muchos libros ayer. Mucha gente ha decidido que sí, no han necesitado más. Seguirán la línea.
Hace poco alguien me hablaba de compradores cautivos. Si consigues que alguien compre tres libros para jugar a un juego, ya es que le interesa. Sí se compra seis, difícilmente dejará ese juego.
El Starter Set
De nuevo vemos una caja de iniciación, que es algo que se está convirtiendo en un estándar en las líneas de rol más potentes, y que a mi personalmente me parece un fantástico punto de entrada de nuevos jugadores y una forma amable y barata de empezar a jugar a rol. Creo que tiene un muy buen precio, y soy de los que le hubiera gustado más algo más caro. Osea, con más cosas. Creo que la caja de inicio de Pathfinder, deja a esta un poco en cueros, pero... cuesta unos $10 más.
Como sea, magnifico producto de inicio y venta asegurada a miles de veteranos de D&D, ansiosos de nueva edición y en absoluto dispuestos a esperar ni un minuto más. Las reservas están echando humo por todo el mundo.
La comunidad
Pues, parafraseando a Joaquín Reyes, “hype, no va a ser hype”. Y mucho, como solo se ve en las grandes ocasiones. Las opiniones negativas brillan por su ausencia, y tras miles de lecturas del manual gratuito, la norma es la aceptación y aprobación general. Esto, es el hype, no lo que digan o hagan en Wizards. La gente se retroalimentan mutuamente en su excitación, de forma que a mi personalmente me resulta maravillosa y muy agradable. No sé por qué.
Al final como decía antes, tenemos a montones de convencidos de que Del Rey ha vuelto, y que bajo ningún concepto se plantean seguir con su Pathfinder, desempolvar su tercera edición, y mucho menos, buscar en las cajas del desván los “Player options”. Quieren comprar el nuevo D&D, oler las páginas, y sentir, como sentimos muchos con uno de estos libros en la mano, la excitación de la lectura, la emoción de la preparación de las nuevas partidas; reencontrarse, como quien lo hace con un viejo amigo, con su clase preferida, y en definitiva, volver a compartir esas aventuras con sus amigos.
¿Esto es lo que llaman win-win?
Qué le parece esto al tipo de bigote que escribe ajeno al hype
Pues a mi me encanta, me embarga la emoción de ver la emoción ajena, los comentarios sobre el juego organizado, sobre lo bien que está, y sentir en el ambiente, esas cosas, que a mi sí me transportan a la emoción de cuando empecé a jugar. Cuando te entusiasmas con un juego, quieres jugar, escribir partidas, dirigir, y disfrutarlo al máximo. Joder, claro que me encanta.
No todo son rosas pero esto es lo que me rondaba la cabeza viendo los sucesos de ayer y hoy, y bueno, hacía un tiempo que no escribía sobre juegos, y aquí estoy de nuevo.
Gracias por pasaros.
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